domingo, 4 de febrero de 2018

La nieve los trajo. Capítulo 4.

Capítulo 4


Ya habían pasado seis días desde que comenzó el temporal. Al segundo día parecía que se calmaba, pero el tercer día volvió a empeorar. Habían cortado los accesos a varias localidades cercanas, y la maquina quita nieves trabajaba sin descanso, pero sin éxito. Otra de las consecuencias, era que los proveedores de bebidas, así como de combustible, no llegaban. El alcalde reunió en el ayuntamiento a varios comerciantes, así como los vecinos que quisieran asistir. Les explicó que habían contactado con su respectivo equipo de gobierno central, y les habían dado las malas noticias de que los meteorólogos no eran optimistas al respecto, y seguramente el temporal duraría al menos otros seis o siete días. Aunque se iría calmando paulatinamente esos días prorrogados. Como primera medida, mientras conseguían que les llegasen suministros por aire, en unos helicópteros que el Gobierno había predispuesto para mandar las ayudas necesarias, era que racionasen la comida con sentido común. 

- En otro orden, -decía el Alcalde- insisto en la importancia de no alejarse en exceso del pueblo, hasta que La Guardia Civil, de con los vándalos que están asustando a nuestros vecinos y matando nuestro ganado. Según las primeras investigaciones, se trataría de entre tres y cinco personas, que no pertenecen a nuestro municipio. Si, por casualidad, alguien se encuentra con alguno de ellos, rogamos que no se enfrenten. Por mi parte ya he terminado. Mi despacho estará abierto para todos ustedes, en el horario habitual. Muchas gracias.


A pesar de que el temporal insistía en no marcharse, apenas nevaba por el día. Aunque por la noche si lo hacía, con gran densidad, y por las mañanas las calles del pueblo amanecían con metro o metro y medio de nieve, bloqueando los accesos a las casas. Algunas viviendas, las más antiguas, y que poseían ventanas a nivel del suelo, eran completamente inaccesibles. Llegando incluso a ceder algunos cristales debido al peso, y como consecuencia la estancia interior se llenaba de nieve. Por suerte, el hostal de Roberto, era el lugar más cómodo. La puerta principal se alzaba a varios metros del suelo mediante una escalera de piedra. Lo que nunca se encontraba bloqueada. 

En el colegio, tanto Raúl como Marcos, trataban siempre de evitarse. A pesar de que Raúl mantenía en secreto lo de Marcos, este no se fiaba al cien por cien y siempre le lanzaba miradas amenazadoras. Al final de las clases, Raúl volvía casi de inmediato a casa. A veces acompañado de Eli. En ocasiones, era Roberto quien le insistía en que se quedara a comer. Hablaba con los padres de ella, y todo arreglado. Aquel día se quedaron toda la tarde estudiando para un examen de Física y Química. 

- ¿Sabes quién me ha preguntado por ti? –dijo Eli

- Supongo que me lo vas a contar de todos modos –bromeó

- Bea, la del “c” –abrió los ojos como sorprendida- Me ha preguntado si estabas saliendo con alguien. Claro, yo le he dicho que no. Me parece perfecta para ti. Así que, no te extrañes si se acerca a ti. 

- ¿Bea? ¿La nariz de águila? –puso cara de asco- No. No. No. Cualquiera menos ella…

- Que ordinario eres…-le regañó-… a mí me parece muy guapa. Es lista. Inteligente. Saca buenas notas como tú. Vamos otra empollona, como tú. Si sois tal para cual. –se mofaba de su amigo

- No me gusta, además ya….-se acordó de Mónica.

- Ya ¿Qué? –se levantó de la silla-… ay dios… ¿no me digas que los rumores son ciertos? A ver, no es que me importe… cada cual…

- ¿Qué rumores? –se sobresaltó pensando que alguien sabia lo suyo con la profesora

- Pues…-se ruborizó- … que te gustan los tíos. 

- Jajajaja –rio aliviado- no Eli, no soy gay.

- Ay dios. Que susto. –se llevó las manos al pecho- No es que sea malo, me ¿entiendes? Pero… casi se me olvida… si no eres gay, ¿Qué querías decir con “ya”…? No me digas que estas con alguien…-abrió la boca-… ¿Quién es? ¿la conozco? Claro que la conozco, nos conocemos todos. Venga, cuéntamelo. Soy tu mejor amiga, ¿recuerdas?


La forma tan rápida en la que hablaba, aunque ya acostumbrado, empezaba a ponerle demasiado nervioso. Casi estaba a punto de decirle lo de Mónica. Debía pensar en algo, de lo contrario… Pero algo le salvó. En ese preciso instante, nunca había agradecido que un mensaje al móvil de Héctor le hubiera hecho tanta ilusión. Aunque no del todo. “Rápido chicos, poner las noticias”

- ¿Qué quiere decir? –preguntó Eli extrañada

- Pues que pongamos las noticias…-debía ser rápido, si no volvería a la carga y un tercer grado de Eli sería espantoso.


Bajaron hasta el comedor. Roberto, que se encontraba haciendo la cena, se asustó al verlos llegar tan rápido. Encendieron la televisión, y aquello les impactó

“Nos acaba de llegar una noticia de última hora. Al parecer un avión que había despegado del Aeropuerto Madrid- Barajas, ha perdido el control estrellándose en pleno Paseo de la Castellana, en Madrid. Estamos tratando de conectar con nuestro corresponsal que se ha desplazado a la capital, para darnos los últimos datos sobre lo ocurrido.”


La imagen cambió a la emitida por una cámara en movimiento. Se podía ver a lo lejos, una cortina de humo gris, y una llamarada de varios metros de altura. 

“Nos encontramos en el lugar del accidente. Hasta aquí se han desplazado decenas de ambulancias y varios camiones de bomberos. La policía no nos deja avanzar más. Las imágenes son escalofriantes. Cerca de aquí, se han podido ver multitud de cuerpos, suponemos, que de transeúntes que pasaban por aquí en ese momento. Además, de varios edificios que han sido dañados gravemente, al colisionar las alas del avión. Según fuentes de la policía nacional, no descartan que sea un nuevo ataque terrorista, al igual que sucedió en los atentados de Nueva York. Ahora mismo, supongo que escuchareis al igual que nosotros, el ruido que aun producen los motores del avión.”

La cámara bajó el objetivo, y le decía algo a su compañero que se encontraba dando la noticia.

“Jose, Jose, corre. Vamos de aquí.”

“¿Qué pasa?”

“Es otro avión, por dios. Otro avi…”


La señal se perdió. Dejando tanto a los presentadores en plató como a Roberto, Raúl y Eli, estupefactos. 

“Matías, -decía la presentadora- ¿Qué coño ha pasado?”

La mujer miraba a cámara sin saber que decir. Su compañero, se limitó a llamar por teléfono a alguien. Raúl, optó por cambiar de canal. No supo si aquello era la mejor opción.

“Atentados terroristas en Madrid, Barcelona, Londres, Paris, Milán, Roma… por el amor de dios, -decía un contertulio- la lista es interminable. ¿Estáis seguros?”

Alguien por detrás de la cámara, le dijo algo que no se escuchó, y el presentador continuo.

“Me acaban de informar, de que… cientos de aviones por todo el planeta, están cayendo. Las autoridades del todo el mundo, lo achacan a terroristas”

Roberto apagó la televisión.

- Subíos arriba. –ordenó

- ¿Cómo? –dijo en un estado de letargo su hijo

- ¡Ya! Subíos para arriba. Voy al ayuntamiento. –dijo bastante aterrorizado.


Los chicos, recogieron del suelo a Rebeca, y se fueron a la habitación. Aun consternados por lo que acaban de ver y escuchar. Pese a que su padre apagó la televisión, aun disponían de sus móviles con internet para seguir informándose de lo que ocurría. Antes de salir por la puerta, Roberto recibió una llamada de Alicia.

- Hola nena –dijo nada más contestar- por fin puedo hablar contigo. 

- Rober –decía asustada- ¿estás viendo las noticias?

- Si, por eso te estaba llamando. ¿estás bien?

- Sí, sí. Estamos en las afueras de Milán. En unas excavaciones. Pero lo hemos visto todo. Hemos visto a los aviones caer. 

- No me jodas –se asustó

- ¿Vosotros estáis bien? 

- Si. Ahora mismo voy al ayuntamiento. Aunque hay mucha gente ya en la plaza. 

- Vale. En cuanto pueda, me vuelvo a casa.

- Ni se te ocurra subirte a un avión. –le advirtió

- Por supuesto que no. Estoy tratando de comprar unos billetes de autobús. 


La señal dejó de funcionar. 

- ¿Alicia? ¿Alicia? ¿me escuchas? –pero ya no había nadie al otro lado.


Salió corriendo, resbalando por los escalones, debido al hielo y al fuerte viento que no paraba. Por suerte, la nieve amortiguo la caída, ante la expectación de los vecinos que allí se encontraban.

- Tranquilos, estoy bien –se levantaba a duras penas dolorido en el culo por un golpe en los últimos escalones. 


Se reunió en la entrada del ayuntamiento, esperando a que el alcalde les abriese. Le gritaban desde el exterior, y podían ver como desde su ventana hablaba por teléfono. Caminaba por su despacho, nervioso. Tras media hora, abrió las puertas. 

- Ya sé que estáis aquí por lo que dicen las noticias. –comenzó- Que no cunda el pánico, por favor –rogaba- acabo de hablar con el secretario general de mi partido, y efectivamente, las noticias no son buenas. Pero desde nuestro pueblo, no debemos preocuparnos. No estamos bajo ningún peligro. La tragedia… las tragedias que se están produciendo por todo el país…

- Por todo el mundo dirás –le interrumpió un vecino

- Por todo el mundo…-corrigió lanzándole una mirada desafiante-… nos deja consternados a todos. Ahora mismo, solo podemos pedirle a dios que, los terroristas sean condenados. No puedo deciros, que llevéis una vida normal. Pues encima nosotros, nos encontramos aislados por el temporal. Pero ruego, eso sí, cordura. Hoy es un día de luto. 

- ¿Qué se sabe del ataque biológico? –preguntó el profesor de inglés.

- ¿Qué ataque biológico? –preguntó el alcalde extrañado

- Estoy leyendo ahora mismo por internet, que varios testigos han visto como algunas personas cerca de los accidentes, sufrían ataques epilépticos. Algunos aseguran que se ahogaban. Otros que se volvían locos y atacaban a otras personas. Es claramente un ataque biológico en toda regla.

- No tengo constancia de que sea un ataque biológico. Bien sabéis, me caracterizo por ser completamente sinceros con mis vecinos. De no ocultar nada. De habérmelo comunicado, os lo diría. Creedme.

- ¿Puedes explicar entonces estos videos que ya hay por internet? –dijo una chica mostrándole el móvil


El alcalde, con reticencia, se acercó a la chica. En el video, muy claro, se veía como unas personas gravemente heridas y cerca de uno de los accidentes, atacaba a quien se le acercara. Cambiaba de video, en otra parte del planeta y era igual. Gente atacando a otras personas. Sangre por doquier. El incrédulo alcalde, no era capaz de aceptar lo que veía.

- Claramente, son montajes de gente sin escrúpulos, que se aprovecha de estas situaciones para ganar publicidad. –dijo sin darle importancia

- Pues son de lo más realistas…-concluyó la mujer.


A Roberto le parecían muy reales, al igual que el resto de personas que había allí mismo. Miró de nuevo su móvil, viendo que la señal había vuelto. Marcó a su mujer.

- Se había cortado antes. –dijo Alicia- supongo que se estarán saturando las líneas. 

- Oye, ¿por allí has visto algo extraño en las personas? –preguntó con temor

- Si te refieres a disturbios, saqueos y demás, sí. La gente se está volviendo loca. Hay reyertas por todas partes. Hace un rato, en la estación de autobuses, un hombre ha matado a la taquillera. Nos tienen encerrados en una sala de espera. Imagino que la policía estará cubriendo el lugar.

- Escucha. –dijo temiéndose lo peor- Aléjate de la gente. Busca un lugar seguro. 

- ¿De qué hablas Rober?

- Nena, de verdad. No sé qué está pasando. Estamos viendo unos videos que acojonan de verdad. Los que se encuentran cerca de los accidentes, se vuelven locos. Se dice que un ataque biológico. No quiero que te pase nada. Así que aléjate de allí. 

- Como quieras, pero no creo que vaya a más. Aquí lo están controlando todo.

- Ahora voy a irme a casa. Por favor, nena, hazme caso. Te llamo en una hora.

- Vale. Pero yo quiero volver a casa con vosotros. Cuando se calme, me subo a un bus.

- Eso es nena. Cuando se calme todo, te vienes para acá. Te quiero nena.

- Y yo.


Cuando colgaron, Roberto no se sentía bien. Tenía un nudo en el estómago que le impedía controlar su mente. Por alguna razón, al ver aquellas imágenes, le vino a la mente el tipo que le atacó mientras recogía leña. Cubierto de sangre por toda la cara. Sin mediar palabra. Solo apareciendo de la nada. No quería pensar, que todo aquello ya se estaba gestando desde mucho antes de los accidentes de avión. Pero le sobrevino un presentimiento. ¿Y si precisamente se han estrellado porque ya había infectados dentro de los aviones?


2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues llegar desde Italia va a ser difícil... y ya sin comida ni recursos en el pueblo. Esto se pone chungo

Ajenoaltiempo dijo...

#Infectados

Esa mágica palabra que todos estábamos esperando leer.