domingo, 11 de junio de 2017

Hasta que la muerte nos reúna. Capítulo 40

Caminaba por el huerto de Soledad, regando la plantación. Aun no estaban maduros los tomates para recolectarlos. Aun así, encontró uno que se guardó para más tarde. Le encantaban los tomates. Paseaba por todas las plantaciones, animando a sus agricultores y ofreciéndoles algo para beber. Desde dentro del hotel, Chari, la llamaba insistentemente. Al no entenderla lo que decía, se acercó a ella.
-Marta, -le dijo- en el despacho de Andrés hay alguien que pregunta por ti.
-¿Por mí? –preguntó extrañada
-Si, será mejor que vayas enseguida. –expuso

Por un momento, se llenó de alegría al pensar que podría ser el. Estaba emocionada. Corrió lo más que pudo, subiendo los peldaños de dos en dos. Al llegar al despacho y abrir efusivamente la puerta, se decepcionó.
-¿Tu? –preguntó decepcionada
-Hola Marta, -saludó Dani- siento que no fuera quien tu esperabas.
-¿Qué ha pasado? ¿está bien? –comenzaba a ponerse muy nerviosa
-Antes de morir, -lo dijo sin preámbulos- escribió una carta para ti. Me pidió personalmente que te la entregara. Lo siento.

Dani le entregó la carta, y se despidió. Marta, por su parte, abrió el sobre enseguida.

“Hola Marta:
Espero que el mensajero que te he enviado cumpla su palabra. Antes de nada, como habrás imaginado o te habrá contado Dani, no he sobrevivido al rescate. Pero creo que te debo algunas palabras antes de que me vaya.
Cuando nos separamos en aquella nave, después de conocer a Silvia, pasé muchos días solo pensando en ti. Incluso, llegué al acuerdo con ella, de que al terminar el rescate me iría en tu búsqueda. Lamentablemente, no he podido. El día del ataque a la isla, tuve un encontronazo con el culpable de mi amnesia. Paradójicamente, fue también el motivo por el cual recuperé mi memoria. Si. Así es. Recordé todo. Conseguimos aquello que empezamos tu yo. El problema es que al querer vengarme de él, tardé demasiado y fui mordido por un muerto. He estado dos días aguantando, pero mi cuerpo ha dicho basta.
No me parecía justo, dejarte con la intriga de lo que pasó. Y Quizá me estoy arrepintiendo. Cualquiera de los dos caminos que tomase ese día que nos separamos, podría haber sido un error o un acierto. El caso es que decidí quedarme y recuperar la memoria. Si hubiera elegido irme contigo, ahora estaría vivo, pero no hubiera recobrado la memoria. Como ves, en ambos casos perdía algo importante.
Con esto quiero decirte, que hasta en el último momento, también pensé en ti. Quizá no en la forma que tú quisieras. Pero lo hice. Por último, quería agradecerte el tiempo que estuvimos juntos. Me gustaría que me recuerdes como alguien importante en mi vida.
Sin más, me despido para siempre.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Es una pedazo de historia Chuso, mi enhorabuena.

Unknown dijo...

Lo he disfrutado un montón. Gran historia. Gracias por compartirla

Anónimo dijo...

Esta maravillosa historia se merece que muchos la descubran,espero algún día verla publicada . Gracias.

Ajenoaltiempo dijo...

Chuso, querido: te juro que te estoy aplaudiendo de pie. Gran historia, un ritmo frenético y un final super sorprendente. Te ganaste toda mi admiración.
Muchas gracias por compartir esto con todos y felicitaciones.

David dijo...

Felicidades, me ha gustado muchísimo y he disfrutado mucho leyendo esta historia. Muy buena, de verdad.

Jesus Miguel dijo...

Gracias por vuestros comentarios