lunes, 15 de enero de 2018

Te haré un castillo. Capítulo 25

Capítulo 25

La verdad.

Jordi y Andrés llegaron al lugar del atraco. En las inmediaciones del Banco Central de España, había un amplio dispositivo policial. Diversas cadenas de televisión y radio, ya se había hecho eco del suceso e invadían el lugar. Un agente les acompañó hasta el interior del banco. Dentro también se encontraban multitud de policías, y gente importante del mundo de la política. Bajaron unas escaleras hasta la primera sala. Unos barrotes impedían poder entrar, pero eso no les detuvo. Pasaron esa barrera, ahora abierta por funcionarios del banco, y se adentraron en la mayor cámara de seguridad del país. Vacía. Con un enorme agujero al fondo. El agente que los acompañaba, les iba relatando.
- Sinceramente, me parece una puta obra de ingeniería. –decía
- ¿Cuánto se han llevado? –preguntó Jordi
- La cifra exacta se desconoce, pero según los registros, mil quinientos veinte millones de euros en billetes de cincuenta y de veinte. Lo peor de todo es que es una reserva pendiente de marcar. Tan solo el director del banco y el responsable de la casa de moneda y timbre conocían de la existencia de este dinero. Pero no es todo, también se han llevado casi una tonelada y media de oro. 
- ¿Cómo? –preguntó atónito Andrés- ¿Cómo es posible que se hayan podido llevar todo eso?
- Aquí viene lo interesante, acompáñenme –les indicó

Se adentraron al hueco que habían hecho los atracadores. Tenía una altura de un metro y medio aproximadamente. Aquello los dejó perplejos. El túnel estaba bien iluminado y tabicado. 
- ¿Hacia dónde lleva? –preguntó Jordi
- Pues es muy curioso…-dijo casi con más admiración que horror

Caminaron por el túnel, de alrededor de unos tres kilómetros. Tenía subidas y bajadas. Prácticamente en línea recta todo el trayecto. Cuando llegaron hasta el final del túnel, lo que veían no se lo podían creer. Estaban ante una estación de metro abandonada. Tenía aspecto antiguo. 
- Es una antigua estación de metro. Según hemos podido averiguar, nunca se inauguró. Ni se terminó. Casi fue más una estación de tránsito para los trabajadores, que otra cosa. Lo que se desconoce, es porque nunca se registró en los planos. Se está buscando al ingeniero y a los trabajadores de entonces, para interrogarlos.
- Vale, sacaron el dinero y el oro por aquí. Esto les llevaría mucho tiempo. Además, luego tienen que sacarlo al exterior de alguna manera. –decía Andrés
- El túnel, calculo que les llevó meses. Más con esa precisión. En cuanto a cómo sacaron de la estación el botín, suponemos que por las vías. 
- ¿Por las vías? –preguntó boquiabierto Jordi
- Si, si os fijáis, los raíles están marcados recientemente. Lo que desconozco es como consiguieron un vagón. 

Caminaron por las vías, iluminándose tan solo con unas linternas. Les costó casi media hora llegar hasta un parking de vagones. El muro que separaba ese parking con la vía, estaba derruido. Un vagón, supuestamente, el utilizado para escapar, se encontraba destrozado por la parte delantera. Habían estrellado el vagón contra el muro. Desde ese parking, consiguieron cargar sin ningún tipo de problemas los vehículos con el dinero robado. 
- Jordi…-le dijo Andrés, algo más calmado-… nos la han colado pero bien. 
- Soy el único responsable. –le dijo- Jimena, tan solo…
- Jordi…-le interrumpió-… ¿has considerado que esa agente te estuviera mintiendo todo el rato?
- Todo parece indicar que sí. Pero no estoy seguro. La conozco…-no sabía que decir.
- Dejemos todo eso a la justicia. Ahora centrémonos, en encontrarlos. El Presidente tiene un cabreo de cojones.

Los días siguientes al atraco, fueron una locura para Jordi y toda la comisaria. Había reuniones interminables. Los agentes de campo, doblaban turnos, intentando encontrar a aquellas personas. A sabiendas que ya estarían lejos de España. Aun así, el Presidente quería resultados, y lo peor de todo. Culpables. Jimena, a pesar de no estar en prisión, el arresto domiciliario era insoportable. Tenía siempre dos agentes en la puerta de su casa. Si bajaba a comprar, la gente la miraba como si fuera la culpable. En cierto modo lo era, pero ella no fue quien robó todo aquello directamente. En la televisión no se hablaba de otra cosa. Ya lo estaban declarando como el robo más grande de la historia. En cuanto a los ladrones, no hubo manera de encontrarlos. 
Jimena, miraba las fotos de su móvil, con Harold. Sentía mucha rabia. Además de la incógnita, de cómo supo que lo delataría. No le dio indicios. Aunque era peor otro sentimiento. Lo echaba de menos y eso era casi peor que la hubiera engañado. Encima, tenía a Jordi todo el día pendiente de ella. Ya le había dejado claro que no sentía nada por él, pero no se daba por vencido. Sus padres la visitaban a diario para consolarla. No les ocultó nada. Así que sabían de su relación con Harold. Aún quedaban meses para el juicio, pero el abogado que se haría cargo de su caso, trabajaba sin cesar. Fue el mismo abogado quien la contactó. Decía que su caso era particular, y que no se preocupasen por las costas. Era más bien como un reto personal, le indicó.
En comisaria, Jordi y Andrés trabajaban codo con codo. A pesar de sus diferencias, el objetivo común era lo que les unía. En un tablón, habían recreado minuciosamente todo lo relacionado con el atraco. Las fotos de los implicados junto a una breve descripción colgaban del tablón. Eran los supuestos atracadores, pero no tenían la certeza ni pruebas de que hubieran sido ellos, más allá de que habían desaparecido del mapa. Una mañana, Jimena fue llamada a un interrogatorio. Esperaba dentro de la sala donde había visto tantas veces entrar a delincuentes. Se sentía una de ellos. Jordi y Andrés entraron. Parecían más serios.
- Buenos das Jimena –le saludó Jordi- ¿Qué tal estas?  
- Regular…-contestó ella
- Bien, podemos empezar –dijo Andrés cortante.
- Sin problema –aclaró ella
- Sé que nos has contado esto ya muchas veces… pero tiene que haber algo que se nos escapa. –decía Andrés- ¿Dónde conociste a Harold Bryne?
- En el centro comercial –contestó
- ¿Cómo fue?
- Era navidad, y me había tomado unos días de vacaciones. Fui a comprar algunos regalos. Al ir a pagar, mi tarjeta me empezó a dar problemas. Entonces apareció Harold. Se ofreció a pagar mis compras. 
- ¿No te pareció raro?
- Pues claro que si…-advirtió ella
- Bien...entonces, se ofreció a pagar tus compras ¿sin recibir nada a cambio?
- Bajamos al cajero más cercano. Tampoco me funcionaba. Así que, supongo que aprovechó para intentar acercarse a mí. 
- ¿Crees que sabía que eres policía? –preguntó esta vez Jordi.
- En ese momento, creo que no lo sabía. Le dije que era profesora.
- ¿Se lo creyó? –preguntó Andrés que se intercalaba con Jordi en las preguntas
- Pues no lo sé.
- Según el informe, ese día comisteis juntos. ¿de qué hablasteis?
- Pues nos empezamos a conocer… no recuerdo bien. Sobre nuestros gustos, aficiones…
- Después de esa cita ¿volvió a contactar contigo?
- No. Fui yo quien le llamó. 
- ¿Para qué?
- Para devolverle el dinero.
- ¿Nada más?
- Evidentemente no
- Entonces tenías un interés amoroso para con el…
- Sí, no lo niego.
- ¿En algún momento te mencionó a Arturo Gil, Vanesa de Miguel o Blas Gonzalez?
- No
- ¿Te dijo a que se dedicaba?
- Estaba en España para intentar firmar contratos de exportación para su empresa de Whisky
- En la primera reunión con Inteligencia, usted se comportó de una manera extraña cuando vio el retrato robot. ¿Por qué no informó a su superior de que estaba saliendo con una persona idéntica? –preguntó Andrés 
- Porque a nadie le gusta ver la cara de su novio en un retrato robot de la policía.
- ¿Se da cuenta Jimena, que podríamos haber cogido a ese delincuente de haberlo contado antes?

En ese momento, Jimena se derrumbó. Si ya de por sí, se sentía culpable, ahora Andrés la estaba hundiendo más. Jordi, le hizo un gesto a Andrés de que parara.
- Lo siento Jimena, -se disculpó sin dejar de lanzar una mirada furtiva a Andrés- pero es parte de la investigación. Y por desgracia tu estas implicada. Conoces el procedimiento.
- Lo se…-dijo con los ojos húmedos
- ¿Podemos continuar?
- Adelante…-Jimena tomó aire
- ¿Cómo descubriste que Harold Bryne tenía un plan de atraco?
- Después de la reunión, le mandé un mensaje para quedar. Cenamos juntos, y le pedí que me llevara a su hotel. Me dijo que no estaba en ningún hotel, que su familia disponía de una casa en Madrid y había decidido aprovecharla. De madrugada, encontré una llave que abría una habitación. La única que tenía cerradura en toda la casa. Allí dentro vi planos de edificios, ordenadores…móviles… además de como perforarían la cámara de seguridad. Pero está claro que no era ese banco el que iban robar. Me descubrió espiándole, y tuvimos una fuerte discusión.
- ¿Crees que cambió de plan al descubrirte?
- Supongo que sí.
- ¿No actuó raro? ¿no fue violento?
- En absoluto…-recordó aquella escena
- ¿Conociste en persona a alguno de los implicados?
- A todos. O eso creo. 
- ¿Dónde fue?
- En el sótano de un bar, la dirección está en el informe
- ¿Y ninguno dio muestras de que cambiarían el plan?
- No. No. Todos sabían perfectamente lo del banco Suizo. No noté indicios de que mentían.
- Joder Andrés… ¿no te das cuenta que lo tenían todo preparado? Esta chica es otra víctima más de esos delincuentes.
- Es todo. –cerró la puerta y dejó solos a Jimena y Jordi

Hubo unos minutos de silencio. Jimena ya se estaba haciendo a la idea de que había sido engañada. Que había sido utilizada desde el momento en que se conocieron. Ahora solo le preocupaba lavar su imagen saliendo inocente.



3 comentarios:

Unknown dijo...

Tranquila Jimena, tienes un buen abogado...

Jesus Miguel dijo...

Jajajaja

Unknown dijo...

Harold, en los momentos que ha pensado en Jimena, en ningún momento se ha notado que ella era parte del plan y que tuviera previsto que Jimena lo delataría es impresionante. Ahora a ver como la saca, porque tiene que quedarse con la chica, no??